A modo de introducción
La superdotación y las altas capacidades son conceptos todavía controvertidos y no exentos de polémica respecto a su significado, evaluación e intervención. Todo el mundo sabe, sin embargo, que se trata de un término que se utiliza para designar a aquellos niños que poseen una alta inteligencia. Otra cuestión es qué entendemos por inteligencia y como podemos medirla para establecer unos criterios fiables de identificación entre niños con aparentes buenas capacidades.
El primer psicólogo que utilizó la palabra “superdotado” fue el estadounidense Lewis Terman (1.932) para referirse a los sujetos que estén en la franja superior del 1% en los resultados de inteligencia general evaluada mediante las escalas Stanford-Binet.
Más adelante fue cogiendo relevancia el concepto de C.I. (Cociente Intelectual), para considerar al superdotado como el sujeto que obtenía una puntuación igual o superior a un valor de 130.
Más adelante fue cogiendo relevancia el concepto de C.I. (Cociente Intelectual), para considerar al superdotado como el sujeto que obtenía una puntuación igual o superior a un valor de 130.
Evidentemente, estos estudios basaban sus apreciaciones sólo en la consecución de un determinado nivel intelectual medido mediante pruebas específicas. No obstante, hoy en día, sabemos que la superdotación incluye, además, una serie de características y capacidades que van más allá de un simple número. Por tanto, un CI igual o superior a 130 o una capacidad intelectual elevada serían una condición necesaria pero no suficiente.
En esta serie de artículos intentaremos aportar más datos acerca de todo ello pero antes es necesario intentar diferenciar algunos de los términos utilizados para referirse a este colectivo.
Muchos padres sospechan de altas capacidades en sus hijos pero no siempre estas se confirman. Hay que diferenciar, tal como hemos señalado anteriormente, entre niños precoces (respecto a su edad cronológica), niños con talento en ciertas áreas (música, dibujo, etc.), niños con altas capacidades y niños con superdotación.
Todos estos niños suelen ser despiertos, curiosos, se interesan activamente por su entorno pero son, ante todo, niños con unas necesidades propias de su edad cronológica independientemente de su nivel de inteligencia. Por todo ello se hace necesario recordar que también sus necesidades psicológicas y afectivas deben ser atendidas y la intervención no debe centrarse únicamente en desarrollar su potencial intelectual.
Respecto al hecho diferencial de la superdotación, en las primeras etapas evolutivas, podemos sospecharlas a partir del desarrollo avanzado del bebé tomando como referencia los logros esperados a una determinada edad y su consecución de forma anticipada.
Hay que tener en cuenta que cada niño sigue su propio curso de maduración cognitiva y puede que, en un momento dado, alcance anticipadamente una determinada habilidad en un área concreta pero puede ser más lento en conseguir otras.
Lo que sí parece claro es que los niños superdotados exhiben un talento precoz. Así asumen anticipadamente la capacidad para emitir frases completas cuando otros niños de su edad están en el período de emisión de palabras sueltas. Igualmente pueden percibir detalles del entorno en los que ni siquiera los adultos reparan o mostrar una sensibilidad hacia ciertos temas exagerada por su edad. No obstante, no todo es positivo, ya que al aprender rápido pueden llegar a hacerse pesados y agotar literalmente a padres y maestros ante una avalancha de preguntas incesantes y la necesidad de profundizar en cualquier tema que les llame la atención.
A continuación exponemos una tabla comparativa entre el desarrollo normal y el desarrollo avanzado del bebé (Harrison, 1995). Si a partir de esta tabla comprueba que su hijo va obteniendo unos logros a una edad anterior a la que le corresponde por su edad cronológica, puede indicarnos la sospecha de una posible superdotación.
En la siguiente entrada hablaremos de las Características fundamentales en la infancia y las Dificultades y pruebas detección de superdotados
Diferencia entre Superdotación, Altas Capacidades y Niños Precoces.
La Superdotación supone una inteligencia muy superior respecto a su grupo de edad y medida mediante las pruebas de Inteligencia (normalmente las escalas Weschsler: WPPSI-III, WISC-IV, WAIS). Estamos hablando de un CI superior a 130. No obstante, hay otras condiciones necesarias. Los niños que denominamos superdotados tienen una gran motivación por lo que les gusta, llegando a ser obsesivos. También son muy creativos siendo capaces de generar respuestas nuevas e ingeniosas ante nuevas situaciones o retos.
Finalmente señalar un patrón de temperamento o personalidad caracterizado normalmente por algunos de los siguientes factores, si bien cada niño es diferente: hipersensibilidad, afán de protagonismo o liderazgo (que, a veces, no consiguen), baja tolerancia a las críticas o cuestionamientos de sus puntos de vista, gran riqueza de vocabulario y para argumentar sus demandas, memoria excepcional, perfeccionista, muy autoexigente, sentido del humor peculiar, sofisticado.
Las Altas Capacidades suponen un nivel de inteligencia superior. En este grupo podríamos incluir a niños con un CI alrededor de 120-130. Por lo demás pueden tener, en diferente medida, las características señaladas para la Superdotación aunque serían menos pronunciadas en general.
Hablamos de Niños Precoces cuando presentan un avance significativo en algunos hitos evolutivos en un momento dado de su ciclo de desarrollo (hablan antes con mucho vocabulario, aprenden a leer con solo 4 años, etc.). Son niños que aprenden rápido y bien marcando diferencias con sus compañeros, si bien, puede que no presenten otros síntomas de altas capacidades como la creatividad o la implicación en la tarea.
En edades tempranas (menos de 6,7 años) aunque las puntuaciones obtenidas en los Test de Inteligencia estén dentro de los valores necesarios de altas capacidades o superdotación, no se puede afirmar que estos niños vayan a pertenecer en un futuro a este grupo. La razón fundamental es que los niños a estas edades experimentan todavía muchos cambios a nivel físico y psicológico, pudiendo presentar en años posteriores una normalización de sus aprendizajes respecto a su grupo de iguales. Sí que es cierto que dentro de este grupo de "avanzados" bastantes de ellos consolidarán los rasgos necesarios para confirmar sus capacidades. De todas formas esto tendrá que verificarse en edades más avanzadas (a partir 11-12 años).
Primeros síntomas de la superdotación
Muchos padres sospechan de altas capacidades en sus hijos pero no siempre estas se confirman. Hay que diferenciar, tal como hemos señalado anteriormente, entre niños precoces (respecto a su edad cronológica), niños con talento en ciertas áreas (música, dibujo, etc.), niños con altas capacidades y niños con superdotación.
Todos estos niños suelen ser despiertos, curiosos, se interesan activamente por su entorno pero son, ante todo, niños con unas necesidades propias de su edad cronológica independientemente de su nivel de inteligencia. Por todo ello se hace necesario recordar que también sus necesidades psicológicas y afectivas deben ser atendidas y la intervención no debe centrarse únicamente en desarrollar su potencial intelectual.
Respecto al hecho diferencial de la superdotación, en las primeras etapas evolutivas, podemos sospecharlas a partir del desarrollo avanzado del bebé tomando como referencia los logros esperados a una determinada edad y su consecución de forma anticipada.
Hay que tener en cuenta que cada niño sigue su propio curso de maduración cognitiva y puede que, en un momento dado, alcance anticipadamente una determinada habilidad en un área concreta pero puede ser más lento en conseguir otras.
Lo que sí parece claro es que los niños superdotados exhiben un talento precoz. Así asumen anticipadamente la capacidad para emitir frases completas cuando otros niños de su edad están en el período de emisión de palabras sueltas. Igualmente pueden percibir detalles del entorno en los que ni siquiera los adultos reparan o mostrar una sensibilidad hacia ciertos temas exagerada por su edad. No obstante, no todo es positivo, ya que al aprender rápido pueden llegar a hacerse pesados y agotar literalmente a padres y maestros ante una avalancha de preguntas incesantes y la necesidad de profundizar en cualquier tema que les llame la atención.
A continuación exponemos una tabla comparativa entre el desarrollo normal y el desarrollo avanzado del bebé (Harrison, 1995). Si a partir de esta tabla comprueba que su hijo va obteniendo unos logros a una edad anterior a la que le corresponde por su edad cronológica, puede indicarnos la sospecha de una posible superdotación.
Hitos del Desarrollo en meses (Harrison 1.995)
Áreas de desarrollo | Desarollo normal | Desarrollo avanzado (30%) |
Desarrollo Motor Grueso: | ||
Rueda sobre sí mismo | 3 | 2,1 |
Se sienta solo | 7 | 4,9 |
Permanece de pie solo | 11 | 7,7 |
Camina solo | 12,5 | 8,8 |
Sube las escaleras | 18 | 12,6 |
Pasa las páginas de los libros | 18 | 12,6 |
Corre bien, con soltura | 24 | 16,8 |
Salta con ambos pies | 30 | 21 |
Utiliza los pedales del triciclo | 36 | 25,2 |
Tira la pelota sin dificultad | 48 | 33,6 |
Salta con los pies alternos | 60 | 42 |
Desarrollo Motor Fino: | ||
Juega con el sonajero | 3 | 2,1 |
Retiene objetos entre el dedo y el pulgar | 9 | 6,3 |
Garabatea espontaneamente | 13 | 9,1 |
Dibuja personas diferenciando las dos partes del cuerpo | 48 | 33,6 |
Dibuja personas con un cuerpo reconocible | 60 | 42 |
Dibuja personas con cuello, manos y ropa | 72 | 50,4 |
Desarrollo del lenguaje: | ||
Vocaliza dos sonidos diferentes | 2,3 | 1,6 |
Dice su primera palabra | 7,9 | 5,5 |
Responde a su nombre | 9 | 6,3 |
Parlotea con entonación | 12 | 8,4 |
Tiene un vocabulario de 4-6 palabras | 15 | 10,5 |
Nombra un objeto | 17,8 | 12,5 |
Posee un vocabulario de unas 20 palabras | 21 | 14,7 |
Combina varias palabras espontaneamente | 21 | 14,7 |
Usa frases simples | 24 | 16,8 |
Utiliza pronombres personales | 24 | 16,8 |
En la siguiente entrada hablaremos de las Características fundamentales en la infancia y las Dificultades y pruebas detección de superdotados